El briefing del cliente fue tan claro como ambicioso: queremos acabar con el reinado de Amazon y devolver el brillo al comercio local y de proximidad.
Para intentarlo diseñamos una marca, un naming y mascotas que apelaran a la cercanía, intentando tocar el corazón de los vecinos.
Proxy se convertiría en una tarjeta regalo canjeable en una red de comercios locales.